Subo a mi habitación y cojo una libreta, un
bolígrafo sencillo azul y unas monedas para mi comida; no almuerzo porque mi
padre solo me da dinero para la comida y gracias. Lo meto todo en una bolsa
cruzada de tela vaquera color verde militar como mi abrigo; no me gusta resaltar.
Salgo y oigo el claxon del autobús a
lo lejos avisándome de su llegada, pero yo ya lo estoy esperando. Las puertas
se abren y la autobusera murmura un alegre buenos días; la gente dice que está
un poco ida, aunque a mí me da pena. Me siento en el primer asiento libre que
veo y me pego a la ventana. Con la manga del abrigo desempaño un pequeño trozo
de cristal y miro como Moonbeam come el heno que le he dejado, hasta que se
convierte en un punto lejano del horizonte.
Me concentro en el herrete del cordón de mi bota hasta que Julie se sienta a mi lado y me dice sonriente -Buenos días Annie –me lanza una mirada de arriba abajo y me suelta-, ¿Has dormido mal o te has pasado toda la noche leyendo?
- Buenos días, una pesadilla –digo apesadumbrada.
- Al menos hoy nos reiremos un poco con el concurso de talentos, siempre lo hacemos -y suelta una risita traviesa.
Al parecer sí que me tiene cariño, ya que intenta animarme, aunque no somos oficialmente amigas, intento creer sí. Por otra parte, no me acordaba del concurso de talentos. Todos nos reunimos en el salón de actos y algunas personas se apuntan en una la lista de la entrada. Luego tienen como máximo diez minutos para convencer al director, el conserje y la señora amable de la cocina, de que son los mejores. No me gusta estar todo el día sentada observando como unas ridículas personas me enseñan algo que no me importa, aunque se parece bastante a mí día a día en clase.
El autobús sigue su ritmo. En una parada
especialmente larga me desespero, porque los asientos del autobús no son
especialmente cómodos, y cuando por fin entra el chico me quedo mirándolo, es
nuevo. Pálido pero no tanto como yo, con el pelo castaño y ondulado, que le cae
por la frente, aunque no lo lleva demasiado largo. Su rostro es bonito, y
cuando me fijo más pudo decir que es guapo. ¡He dicho guapo! No es posible.
Intento dejar de mirarlo, pero me puede la curiosidad. Es de altura media y
viste de forma parecida a la mía: ropa cómoda pero no estrafalaria. Sus ojos.
Sus ojos son oscuros, tanto que no distingo bien su color; creo que es verde.
Sí, cuando me ha mirado he comprobado que son verdes. Me dedica una pequeña
sonrisa y yo aparto la mirada; se me suben los colores. Él chico se sienta en
el asiento que está detrás de mí. Julie se ha fijado y me dice:
- Te ha mirado de una forma…
- Normal –le interrumpo yo colorada y molesta.
– Especial diría yo –dice intentando convencerme.
– Calla –le reprocho yo susurrando- que está detrás.
– Pues dime como si nada que no tienes novio, para que se entere…-me susurra ella.
- ¡Qué! Estas loca, para que te lo voy a decir. No le importa, ni a mí tampoco –vuelvo a decirle entre susurros, un poco dolida. En parte es cierto. No le importa. ¿Por qué a mí sí lo que piense él? No, no me importa y ya está.
– Vale, perdón-después de una pausa grita-. ¡Yo sí que te quiero Annie! –Yo suelto una risita y le abrazo. Es raro, hoy tenemos más contacto que en toda la semana pasada, pero me va bien para variar.
- ¡Pues yo a ti no! –le digo. Las dos volvemos a reírnos y creo haber escuchado una risa proveniente del chico de atrás. Me separo de Julie pero le sonrío, y ella a mí.
- Te ha mirado de una forma…
- Normal –le interrumpo yo colorada y molesta.
– Especial diría yo –dice intentando convencerme.
– Calla –le reprocho yo susurrando- que está detrás.
– Pues dime como si nada que no tienes novio, para que se entere…-me susurra ella.
- ¡Qué! Estas loca, para que te lo voy a decir. No le importa, ni a mí tampoco –vuelvo a decirle entre susurros, un poco dolida. En parte es cierto. No le importa. ¿Por qué a mí sí lo que piense él? No, no me importa y ya está.
– Vale, perdón-después de una pausa grita-. ¡Yo sí que te quiero Annie! –Yo suelto una risita y le abrazo. Es raro, hoy tenemos más contacto que en toda la semana pasada, pero me va bien para variar.
- ¡Pues yo a ti no! –le digo. Las dos volvemos a reírnos y creo haber escuchado una risa proveniente del chico de atrás. Me separo de Julie pero le sonrío, y ella a mí.
Chico nuevo y chica que se comporta por fin en una amiga ^^ No está nada mal ;)
ResponderEliminarya veo que nos has puesto la miel en los labios para luego quitárnosla cruelmente :( Bueno pues a esperar toca...
Besos Mónica
Jajajaja Lo siento pero toca esperar un poquito,pero luego se disfruta más!!! A lo mejor me adelanto un poco, que a mi tampoco me gusta esperar. Te comprendo ;))
EliminarBESOS Wapa ❤ ❤
Maravilloso, no me habia podido pasar para ver tu historia, esta genial!!!! :) me encanta, sigu asi. una abrazo.
ResponderEliminarAnnie♥
Gracias!!!! Tengo ya escrita una reserva, por si me atasco, así no os toca esperar ;))
ResponderEliminarBESOS !!!!
hahah, en eso te pareces a miiii:) un abrazote
EliminarWayra♥