viernes, 14 de marzo de 2014

Avance de escenas de la película y de la banda sonora de "DIVERGENTE"

Hey sigo viva!!!! ¿Pensáis que soy poco decente? ¡Mis profesores son poco decentes! ¡El examen oral de inglés ha sido poco decente! ¡Qué la profesora haya elegido para empezar un alumno, supuestamente al azar, y que me haya tocado a mí, ha sido poco decente! Menos mal, que amo el inglés XD 
PERO AHORA ESTOY DE VACACIONES DE FALLAS!!!! Uuuueeeeeueueueuueeeuuuee!!! ^^

Bueno, vamos a lo que vamos.
La banda sonora de DIVERGENTE
Lo primero (más abajo están las escenas avanzadas de la película). Sí, chic@s!!! De momento, aquí os dejo las cuatro canciones que han publicado,y que a mí ya me han enamorado. ABSOLUTAMENTE LAS CUATRO!!



Dead in the water, de mí cantante favorita, Elie Goulding




I won't let you go, del grupo Snow Patrol (un descubrimiento muy agradable)




I need you, de la famosa banda M83 (amo esta canción)




LO MEJOR PARA EL FINAL!! Esta es, de nuevo, de Elie Goulding, y se titula Beating heart. ¡Encima han hecho vídeo-lyric con escenas de la película! GREAT


Ahora los avances de la película, que son, como se supone... ASDFGHJKLÑ!!!!

La primera escena, es la de los tatuajes de Cuatro. No hace falta que la comente, todos sabemos porqué y punto ¿OK? La segunda, es la del lanzamiento de cuchillos, en la primera fase del entrenamiento en Osadía. ¿Habéis leído El transferido (relato de Cuatro, que nos cuenta desde su punto de vista esta misma escena)? Os lo recomiendo. En ESTA entrada está para leer online o descargar, y tan sólo son una doce páginas o así. Os lo recomiendo, os ayuda a entender su intrincada mente antes de llegar a Leal. La tercera escena es la del tanque de agua, en la segunda fase del entrenamiento de Osadía. Ser fuertes, pequeños Divergentes!!




















Por cierto, quién haya leído Leal  que me dé su opinión, porfa  porqué yo no dejo de llorar. Estoy sin exámenes y de vuelta chic@s!! También tengo que decir que he escrito mucho estos días y estoy muy contenta. Subiré capítulos lo juro!!!!! Publicaré mucho sobre Divergente de ahora en adelante, aviso ^^







sábado, 1 de marzo de 2014

Relato corto: "De día y de noche", e información tristona :'(

Hola chi@s... estoy estresada y un poco depre, y lo siento por no publicar en tanto tiempo, pero es que... los exámenes, los trabajos... TODO!! Bua, encima no me encuentro bien. He encontrado un huequito para escribir este relato corto, y he pensado que por lo menos puede dejaros esto. Lo siento, espero no tardar tanto en volver, pero es que no sé si seguir o no con el blog... ya me decís si os gusta el relato o qué.

BESOS PACHUCHOS DE VUESTRA ESCRITORA ;((



Relato corto: De día y de noche

Algunos creen que todas las mañanas son iguales. Cometen un gran error.
Algunas personas acuden al trabajo, al colegio, al instituto, a la universidad... distintas formas de poner tus capacidades a prueba. También hay distintas formas de apagar el despertador: darle un golpecito, maldecir contra la almohada y tirarlo de la mesita, arrancar el enchufe de cuajo, o directamente tirarlo por la ventana como una pelota en un partido de béisbol (nunca hagas eso si se trata de un bebé aullando, créeme).
Puede que a veces te enredes con las sábanas, que se te peguen al cuerpo, que te hayas desarropado durante la noche y estés helada… Otros motivos por los que una no sale de la cama pueden ser que hace frío fuera del edredón, tienes calambres menstruales, enfermas de la noche a la mañana, te duele la espalda, el café del desayuno no es suficientemente bueno, tu pasta de dientes te provoca arcadas, o un perro te espera enseñando los dientes fuera de la tienda de campaña (en caso de camping veraniego).
Después, cuando ya lo has conseguido y te pones frente al espejo: tienes ojeras, estás pálida, tu pelo se encrespa y así se queda por mucho que lo intentes, la baba se te ha secado en la mejilla o te ha salido una espinilla en mitad de la frente imitando a un botón de autodestrucción.
El elegir la ropa también puede ser una auténtica odisea, y por la mañana parece que el tiempo pasa más rápidamente sólo para estresarte, por lo que no tenemos tiempo para odiseas matutinas no programadas.
En resumen, nuestras mañanas están marcadas por la rutina. Yo siempre lo había creído, y minutos más tarde entenderé que eso es falso, y que siempre lo será para todo el mundo esté donde esté, haga lo que haga, crea lo que quiera a crea creer. Al destino le gusta jugar sucio y lo que me va ha hacer a mí no se lo perdonaré jamás.
Hoy, lunes 27 de marzo, me levanto, programo la cafetera, me visto con el uniforme escolar, cepillo mi melena, me maquillo un poco resaltando mis pómulos altos  y me enfundo mis calcetines blancos hasta la rodilla antes de ajustarme los zapatos. Justo cuando veo la mancha de sangre sobre la tela de algodón blanca el olor a café recién molido inunda mis fosas nasales y la cafetera produce un ligero pitido anunciando que mi taza caliente espera. Me quedo ahí atascada, inclinada sobre mi eje, inspeccionando la oscura mancha asimétrica.
Entonces recuerdo que lo único que sé, es que no recuerdo nada; y la rutina cae.
Un recuerdo, rápido como un destello, explota en la parte trasera de mi cabeza y me induce a vomitar sobre el linóleo de la cocina: la noche anterior, mientras volvía ebria de una fiesta, abrí mucho los ojos al notar como los faros del coche golpeaban mi cráneo en un cruce mientras bailaba junto con otra amiga, sin rumbo, en medio de la carretera, sin percatarnos de dónde estábamos siquiera. Vuelvo a oír fugazmente el recuerdo del crujido de mi frente al quebrarse y partirse en dos como un huevo contra el borde de una sartén cuando el morro del coche se ensaya con ella. Visualizo la mancha roja que tiñe la luz amarilla del automóvil en naranja, y mis sesos rosados esparcidos por completo en el parabrisas. Mi amiga tenía los ojos completamente en blanco cuando la rueda delantera del coche pasaba entre sus omóplatos, y lo único que puedo pensar es que la mancha de aceite no se iría fácilmente de su blusa favorita. Me quedo tirada en el suelo, mis uñas sucias (si me las miro, todavía tengo sangre seca entre los recovecos de las cutículas), aleteando como un ruiseñor gracias a los espasmos de mi brazo, post mortem.
Todo se vuelve oscuro y me pregunto por qué he hecho todo lo que hago siempre.
La rutina cae.
La mañana se desploma.
Oigo a la gente murmurando mientras los agentes meten mi cuerpo en una bolsa de plástico negra, y lo último que veo es como la cremallera me roba la luz iridiscente de la mañana.
Estoy segura de que nuestros ojos están completamente en blanco, y de que el café se ha enfriado.