El quinto capítulo del maratón!!!
BESOS DE VUESTRA ESCRITORA ;))
Capítulo 27
No están
juntos, Dave hasta le da la espalda. Eso me da tiempo a ver antes de marearme
un poco, pero lo suficiente como para tener que apoyarme en el marco de la
puerta. No miro a Erik, aunque lo oigo gruñir.
- Estate
quieto -le gruñe Emily. Jamás la había oído hablar en ese tono.
Dave no
puede mirarme, me ha dicho que no podemos estar juntos; aunque yo no puedo
dejar de hacerlo. Cuando creo que nadie me ayudará, ya que Julie está
atendiendo, animando y mimando a Andrew, y no hace falta hablar de los otros
dos chicos, Dave reacciona. Me mira por primera vez desde que he entrado, y
como un resorte, viene hacia mí.
- Ya está
-susurra mientras me abraza. Yo aprieto más la camisa de su espalda y me
contengo para no aplastarlo todo lo que quiero contra mí, o acariciarlo, o
besarlo… No puedo, no me deja.
Me he
comportado como alguien débil, lloriqueando por los pasillos y lamentando… por
unos chicos. Muy importantes y que han hecho mella en mí, sí, pero no soy así;
o al menos no lo era. Aguanté la muerte de mi queridísima madre, el vacío que
dejó mi padre, mi soledad… era un lobo solitario; el lobo solitario.
La chica
rubia grita obscenidades mientras unos chicos más grandes que ella le abren la
cremallera de la mochila, y acto seguido la lanzan al fondo del pasillo de una
patada, haciendo volar papeles y libros. La chica maldice por lo bajo mientras
recoge todo, apresurada. Nadie la ayuda; yo decido por agacharme. La ayudo
mientras me mira con los ojos color ceniza abiertos como platos, sin parar de
recoger ni un segundo. No hablo, ni ella tampoco. Hago una mueca parecida a una
sonrisa y me voy.
- Gracias
-la oigo susurrar.
En ese
momento conocí otra de mí especie. En ese momento, sin saberlo, deje de ser el
lobo solitario.
Me separo de
Dave como puedo y evito mirarle a los ojos; él también me ha hecho daño hoy. No
pienso mirar a Erik, así que me fijo en Andrew, y Julie; esa niñita rubia de
ojos ceniza.
- ¿Te
encuentras bien? -le digo a Andrew- Vale, soy idiota, es una pregunta estúpida
-añado, intentando sonreír. Le saco una sonrisa a Andrew y otra mayor a Julie-
Voy a relajarme un poco, te llamo luego -le susurro a Julie. Asiente. Me
despido en voz baja de Andrew y salgo por la puerta sin mirar a Dave. Tengo que
volver a ser dura.
En el
pasillo se está más fresco, lo que ayuda un poco.
- ¡Espera!
-me giro y encuentro a Dave.
- ¿Qué?
-llega hasta mí, muy cerca de mí, a un paso de mí; y yo de él.
- Quiero,
quiero seguir estando a tu lado, aunque no sea todo lo que yo quiera.
- No, en
realidad no lo quieres -le contesto yo, molesta.
- Vamos,
sabes que es lo que más quiero en este mundo.
- ¿Entonces?
-digo, ablandada por su comentario.
- No estás…
- ¡No! -le
interrumpo- Yo estoy bien y te quiero perfectamente -sus ojos brillan como soles
de miel- , pero -empiezo a gesticular con las manos- lo que no puedo hacer es
estar a tú lado y hacer como si no lo sintiera, no puedo hacerlo porque no
tengo una razón lógica para ello. No sé si podré estar contigo y, contenerme …
-me muerdo el labio y me pongo como un tomate. Él tiene una sonrisita tonta. Sé
fuerte- , o simplemente no quiero pasarlo mal. No entiendo por qué tu sí.
- ¿Estás
segura? -asiento. Él coge mis manos, y
yo no sé si aguantaré más. Se acerca poco a poco hasta que sus labios besan… mí
mejilla.- ¿Vendrás mañana al Club?-dice cuándo se ha separado.
-
Claro -digo chafada y esperanzada. Chafada por qué no me ha dicho que sí, y
esperanzada por qué hemos dado un paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No insultes, porqué aunque esté mentalmente desorientada, mandaré a unos mutos a por ti, y tu comentario acabará en el Árbol del ahorcado.
Gracias por comentar y que te ayude ayude el Ángel ;))