sábado, 18 de enero de 2014

Capítulo 26: En mi mente de hielo agrietado

El cuarto capitulo del maratón!! ^^ Hoy estoy contenta, así que creo que... publicaré hasta el 30!!!!!! Que bien ¿no? ^^ Espero compensaros así por mi desaparición... OS QUIERO CHIC@S!!! Por cierto, en cuanto salga la letra cursiva, es que retoma el texto dónde se corta la escena en el capítulo anterior (cuando salen ***).

BESOS DE VUESTRA ESCRITORA ;))


Capítulo 26

Cuando acabo Julie sale corriendo y chafando como si quisiera hacer un socavón con cada paso.
- ¿Qué pasa? -le pregunto a Em.
- Ese chico es un absoluto… -dice Em apretando los dientes- pero le enseñaste que no se juega con las mujeres -acaba con una sonrisa torcida que no le dura.
- Espero que lo recuerde mucho tiempo -digo con una sombra en los labios-. ¿A dónde ha ido Julie?
- Tú la conoces mejor que yo -apunta Em. «¿Quieres que le parta la cara?» Me había dicho Julie.
- Creo que ya lo sé, y no es nada bueno.

Mi movilidad es más o menos normal sin la escayola. Por fin algo bueno. Saco mi móvil mientras corro nerviosa de un lado para otro por los pasillos y marco el número de Julie. No contesta. Vuelvo a llamar histérica. Descuelga al sexto tono:
- ¡Julie! ¿Dónde estás? -oigo unos pasos detrás de mí, y noto un escalofrío. Me giro, intentando averiguar algo que ya sé.
- Estoy en el baño, ven por favor -mi mano empieza a temblar.
- Erik -es lo único que consigo decir con voz ahogada antes de colgar, aunque Julie ya lo había hecho. Su cara es un poema; un ojo morado, el labio partido, moratones en la mandíbula (que debí hacerle yo ayer) y lo que más me impacta es su nariz sangrante. Quiero slir corriendo y llorar, pero estoy helada. Él pasa a mí lado, y se para cuándo su brazo roza el mío. Se gira para mirarme, pero ya estoy caminando hacia el baño. No debo llorar delante de él.

- ¡Annie! -me dice Julie.
- ¿Qué has hecho? -le digo con una irritante voz aguda.
- Yo… he ido para chillarle todo lo que podía, pero entonces él se ha alterado, y me ha levantado la mano -yo me acerco y le cojo las manos, ya llorosa- y, Andrew ha llegado y me ha defendido, y todo ha pasado muy rápido, Andrew, está, está…
- ¿Cómo está? -chillo.
- Iba para la enfermería, pero está bien, me suplicó que me ocupara de mí misma pero no puedo… - se dirige hacia su mochila, con intención de ir con él. Pero yo ya estoy corriendo hacia allí.
Las paredes blancas del pasillo me deslumbran, y se mezclan con mis lágrimas. Veo la puerta de la enfermería y me paro en seco; es posible que ahí dentro esté Erik. De repente Julie aparece a mí lado. Estaba tan concentrada y tan distante a la vez que no me he dado cuenta. Me agarra del brazo y empieza a caminar lentamente, invitándome a avanzar. La puerta cada vez está más cerca, y más, y más… hasta que entro.

Me atrae como un mosquito a la luz. Doy un paso, y si inclino la cabeza cinco centímetros puedo apoyarla en su pecho. Dios, se me acaba de declarar y no he contestado- Qué aguanté no besarte para nada -digo susurrando. Sus ojos brillan más todavía- . Bueno -continúo susurrando, aunque un poco más alto- , para ser buena persona, pero lo que me asustaba es que quería hacerlo, y no podía permitírmelo… -lo he dicho. Aunque aún no todo.
- Entonces, ahora tampoco podrás… -me contesta mirando a cualquier otra cosa que no sean mis dos pozos azules.
- ¿Por qué? -le pregunto con voz ahogada, dando un paso atrás, dolida y decepcionada. No quiero que la segunda voz sea la que tenga razón.
- Porqué acabas de terminar con él, y seguramente no querrás estar conmigo… -dice, todavía sin poder mirarme a la cara. Esto no lo esperaba. Pero él tampoco esto otro.
- ¿Tú no quieres estar conmigo?
- Si todavía no estás bien del todo, no. Necesitas recuperarte -trago saliva, por qué no puedo hacer otra cosa. Y entre ellas está besarlo. La segunda voz no gana, pero tampoco yo.
Solo asiento, me enjugo las últimas lágrimas ya secas, con el pañuelo, y me siento fatal.

Volver a verlo en la enfermería es como una bofetada. Yo le quiero, él me quiere ¿qué problema hay? Erik. Él es el problema. ¿O soy yo? Estoy mal, pero poco a poco me doy cuenta de qué lo que noto, lo que siento por Dave es mucho más fuerte y más sincero que lo que tenía con Erik. Erik era mi primera vez, y nunca había besado, ni tenido novio, no sé qué era sentir eso, no tenía a mí padre… necesitaba algo de cariño, y Erik fue una rápida solución. Pero Dave… no lo puedo dejar ir. Le quiero. De verdad y con todo mi corazón, no puedo negarlo.
Por eso cuando lo veo allí me mareo, pero cuando veo a Erik pierdo el equilibrio.

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