Hola!!! Hoy estoy especialmente animada, por eso os dejo el capítulo. Este capítulo es bastante intenso, creo que os gustará ;)) Ahh!!! Y no me matéis todavía por el final que con el paso del tiempo... Ya veréis ;))Vuelvo a informaros de que el ERROR de Blogger se a arreglado, puedo volver a poner títulos por fín!!! No me enrollo más, que lo disfrutéis mucho!!!!
Capítulo 8
Emily empuja la camilla metálica a través de un pasillo improvisado creado por blancas camas de hospital. Al final de este, abre una puerta y empuja la camilla hacia dentro.
La habitación es relativamente pequeña, y clara, como todo el edificio. Dentro hay una camilla anclada a la pared, igual que la metálica, pero con un cojín color pastel sobre ella. También veo una mesa con más papeles y una máquina de rayos-x, para hacer radiografías.
Cuando creo que lo hace para tener intimidad, y estoy a punto de agradecérselo, llama a Erik. ¿Cómo? ¡No quiero que me vea en ropa interior! Él entra segundos después, tan confundido como yo.
- ¿Puedes moverla a la otra camilla, por favor? Creo que tú lo harás mejor que yo –dice Emily, que inmediatamente le sonríe. Erik viene hacia mí, más relajado que hace cuatro segundos, me sonríe y me rodea con delicadeza, como antes. Sentir su cálido cuerpo tan cerca del mío me reconforta, aunque sea por poco tiempo. Estrecho su cuello con mis manos para pasar a hacerlo con mis brazos. Él me levanta, como si yo fuera una pluma. Me pasa a la otra camilla y me deposita sobre el cojín. Inmediatamente sale de allí y cierra la puerta tras él.
- ¿Es tu novio? –me pregunta Em, mientras mira mi pierna de nuevo- Porqué parece un buen chico –dice, e inmediatamente sonríe.
– No, no lo es –digo bajando mi mirada.
– Le gustas, ¿No te parece? – ¿Tanta confianza tiene conmigo? La verdad, ella sí me la ha transmitido a mí. No suelo confiar tan rápido en alguien, pero ella parece buena hasta la médula. Se adelanta a mí, arrepentida- Lo siento, no quería molestarte –y por primera vez no sonríe después de abrir la boca.
–No, no pasa nada. No me molesta, está bien para variar hablar con alguien de verdad –e inmediatamente le regalo una sonrisa de las suyas. También me arrepiento ¿Me he pasado?
- Pues aquí me tienes –contesta, sonriendo. Poco a poco comenzamos a hablar, mientras me quitaba la ropa y ella me examinaba rápidamente; estamos dentro, pero fuera sigue nevando y no parece que este edificio tenga un gran aislante.
Al final me da un veredicto: Hematomas en la parte trasera de mi tronco y extremidades. Pierna derecha con hematomas, tobillo torcido y rotura. Prácticamente tengo más moratones que piel pálida. Y un gran dolor de cabeza.
Todo. Le he contado todo. Sienta bien desahogarse, aunque el problema siga ahí. Dice que se le nota a Erik, que le gusto. Yo lo dudo mucho.
Me escayola la pierna poco a poco. Al final hago una prueba y camino como un robot. Me ha aplicado una especie de pomada con olor a menta ácida sobre los moratones. Podría haber sido peor. Podría estar en una caja de madera a dos metros bajo el suelo.
Salgo de la habitación con la ayuda de unas muletas que hacen que me duelan los moratones. Cuando Erik me ve corre hacia mí y yo dejo caer las muletas. Me recoge y yo me siento como en el cielo. Me deja en una cama, la primera de la fila que está enfrente de la puerta de salida. Veo como Em pone en el cabezal de la cama una etiqueta en la está escrito mi nombre. No lo entiendo, esto no es un hospital.
- Te quedarás aquí en vez de ir a clase, si tu tutor legal no puede ocuparse de ti, solo en horario escolar. Si no, es mejor que reposes en casa. -no, no podré. Mi padre estará borracho o deprimido.
– Me quedaré –le digo a Emily.
– De acuerdo, haré el papeleo –me regala otra de sus sonrisas y vuelve al escritorio donde la encontré.
– ¿Estás mejor? –pregunta Erik.
– Sí. Gracias por cargar conmigo –le digo sonriendo-, no debo ser muy ligera.
– Eres pesada como una roca –dice él sarcásticamente. Inmediatamente los dos nos reímos, y yo le pego un puñetazo en el brazo.
– Pues si yo soy una roca tu eres otra –le digo, intentando fruncir el ceño, sin éxito.
– Podremos caer juntos –dice. Volvemos a reír, hasta que noto como su mano encuentra la mía y la rodea, tan cálida y suave. Paro de reír y le miro, cortada ¿Qué significa esto? Seguro que cualquier otra chica de mi edad lo sabría, pero yo no soy de esas, y por primera vez en mi vida me arrepiento.
Se acerca a mí lentamente, como un cazador se acerca a su presa. ¿Por qué lo hace? No tengo ni idea, pero no pienso apartarme. Cuando está tan cerca que respiramos el mismo aire tengo una ligera idea; intenta besarme. Las mariposas vuelven a alzar el vuelo, descontroladas, chocando las unas con las otras, sin un rumbo fijo. ¿Significa esto que me quiere? ¡Despierta chica, sino por qué lo hace!
Cuando nuestros labios están a punto de rozarse, la irritante voz de Julie grita mi nombre. Estoy en la primera fila, ¿Está ciega o qué? Soy borde, porque ha interrumpido el momento más bonito que de mí vida, nada más.
Por primera vez me doy cuenta de que no estaba en el cielo, sino rodeada por la cortina azul que me da un poco de privacidad, pero no mucha ya que Juliet la descorre y se acerca mí. Bueno, pienso (en un estado parecido al de una de mis mariposas), que se acerca a “nosotros”.
Erik se aparta avergonzado, pero no suelta mi mano. Julie se sienta al otro lado de la cama y su cara tiene una expresión que no consigo identificar. ¿Es vergüenza, emoción, sorpresa, o simplemente está en estado de shock? Se fija en la mano que Erik me coge.
– Debí llamar – ¿Adónde?, es una puñetera cortina. Está demasiado nerviosa, aunque yo sinceramente, cabreada-. Vuelvo luego, ¿Vale?
- No –dice Erik-, iré a por algo de comer. Ahora vuelvo –dice mirándome a mí. No quiero que me deje ahora. Julie se va a enterar de lo que ha hecho, y no lo olvidará nunca.
Erik suelta mi mano, rojo, y sale de allí. Oigo como se despide de Em y como el sonido de sus pisadas se hace más tenue a medida que se aleja, hasta callar. Miro a Julie con cara de pocos amigos.
– Lo sient…
- ¡¿Qué lo sientes?! –exploto yo- ¡Tienes suerte de que este en camilla!
-Sabía que eso pasaría, pero no cuando hace menos de cuarenta y ocho horas que lo conoces –dice arrepentida. Eso es cierto. No me había parado a pensarlo- De veras que lo siento Annie…
- ¿Qué está pasando aquí? –dice una pacífica voz, que me calma con tan solo escucharla- ¿Va todo bien chicas?
- Iba a-a-a besarme –le digo con voz ahogada, desesperada y chafada como una hoja por un zapato. Em se acerca a mí y se sienta al otro lado de la cama. Acaricia mi rostro con la cálida palma de su mano mientras Julie está en estado de shock otra vez.
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Precioso capitulo, espero el siguiente para saber que pasa.
ResponderEliminarPD: Te he nominado en mi blog, pasate: http://turincondecultura.blogspot.com.es/2013/09/premios.html
Besos y sigue asi :3
Me emociona que te halla gustado el capítulo!!! Muchísimos BESOS y ahora mismo me paso ;))
EliminarA ver... yo es que soy la persona más despistada del mundo y con memoria tipo Dori y... me había olvidado qeu tenía que leer tu blog, así qeu sí, me he leido los ocho capitulos de golpe. Conclusión: I love it. Me han encantado todos de verdad, solo tengo para decirte que corrijas lo que escribes porqeu a veces se te escapan faltas de ortografía pero por lo demás me ha enamorado. Sigue así, de verdad, por favor.
ResponderEliminarUn besoo, La Artista :3
Muchas gracias, me anima muchísimo a continuar que te gusten los capítulos. Ahora los reviso, gracias por avisar ;))
EliminarOh!!! me encanto *.* yo tmbn me he leído como 6 capitulos seguidos!!!
ResponderEliminarJajajaja yo también lo hago!!!!!!!!! Eso es bueno, que engancha la historia ;))
ResponderEliminarESTOY SUPERCONTENTA !!!!!!!!!!